Nuestra raza tiene una vida apacible gracias a vampiros como yo, verdaderas máquinas de matar, somos fríos, calculadores y carentes de emociones, somos eficaces y egoístas, nos llaman exterminadores.
Sólo pensamos en nosotros mismos, y en lo que queremos, ahora mi misión es eliminar humanos y licántropos, los primeros intuyen nuestra existencia, los segundos quieren acabar con ella.
Mi sed de sangre es algo incontrolable, la de venganza indescriptible.
A la caída del sol estaré observándote, acechándote, con la llegada de la noche haré que entrares en un sueño del que ya no despertarás y si lo haces sólo te quedarán dos opciones, pasar el resto de tu no-vida lamentándote del ser en el que te he convertido o pensar en que ya eres uno más, ahora te toca a ti elegir, víctima o asesino